La Casa van der Driesche, obra de los arquitectos españoles galardonados con el Premio Nacional de Arquitectura 2016 José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres Tur, ha conseguido salvarse in extremis de la demolición evitando así protagonizar un nuevo episodio de insensibilidad cultural y pérdida del patrimonio arquitectónico contemporáneo español.
El pasado martes 18 de septiembre, el Consell de Ibiza aprobó un decreto en el que acordó suspender la ejecución de las obras de demolición de la Casa van der Driesche durante un plazo máximo de tres meses. Al no estar catalogado ni declarado de interés cultural, el objetivo siguiente es el de tomar las medidas oportunas para preservar los valores culturales de este bien inmueble, impidiendo cualquier obra o intervención que altere las características originales del conjunto.
Tal y como conocimos el pasado 2 de agosto, la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico Artístico (Ciotupha) denegó la petición de los propios arquitectos de calificar a esta vivienda como Bien de Interés Cultural (BIC), alegando que no quedaba suficientemente acreditado el interés histórico y cultural de dicho inmueble. Ante este hecho, el Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares (COAIB) presentó un recurso de alzada ante este organismo con el fin de evitar el derribo de esta vivienda de un valor patrimonial máximo.
El Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares ha contado con el apoyo del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) el cual se puso en contacto con diversas autoridades de las Islas Baleares solicitando mediante escrito que se tomaran las medidas necesarias para la protección del citado inmueble y evitar así su demolición ya que la desaparición de este edificio supondría una pérdida insustituible e irreversible en el catálogo de bienes culturales correspondiente al patrimonio histórico.
Entre las tareas del CSCAE se encuentra la defensa del interés general en la protección, conservación, enriquecimiento, fomento, investigación y difusión del patrimonio histórico. Por ello, el Consejo ha valorado muy positivamente que las instituciones intervinientes hayan decidido volver a estudiar el caso y solicita que se declare su incorporación como Bien Catalogado para evitar su pérdida.
En los últimos años, tanto los arquitectos como los Colegios y su Consejo han trabajado para limitar la pérdida arquitectónica, especialmente en edificios del movimiento moderno y contemporáneo, que en el pasado ha hecho desaparecer obras de gran calado e importancia histórica y artística de España. Aunque se están consiguiendo resultados satisfactorios como el citado de La Casa van der Driesche o el de las cocheras de Cuatro Caminos cuyo recurso contra la decisión de no protegerlas ha sido recientemente admitido a trámite por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, aún queda mucho trabajo por hacer para seguir evitando la pérdida de este patrimonio cultural de un valor universal para la sociedad.
Vía CSCAE.
